Lucia Cano
Todo empezó en el año 1952, en el pequeño pueblo de Frailes ubicado en la provincia de Jaén. Mi abuela Florencia Gallego, una persona arriesgada con mucha personalidad, siempre navegando a contracorriente, rompiendo los moldes de un papel establecido en las mujeres que no podían tener acceso al mundo laboral.
Era una mujer muy apasionada por su trabajo, emprendedora, y perfeccionista.Con un elevado gusto y esmero en las labores del ajuar femenino de su época, fue pionera en la creación de su propio taller de diseño y creación de bordados artesanales hechos a mano.
A continuación, mi madre Mari, una mujer con las mismas características que mi abuela, de ideas muy claras, valiente y con alma emprendedora, tomó el relevo a su madre. Heredando esa pasión y cuidado exquisito por las labores artesanales que le inculcaron desde pequeña. Introduciendo nuevas técnicas de bordado, manteniendo la misma calidad de las materias primas que antaño y en su origen se utilizaron en la creación de los clásicos bordados.
Actualmente junto a mi padre, forman la segunda generación de la empresa familiar “Artesanía Florencia” teniendo un gran reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Finalmente, yo, Lucía Cano, orgullosa de formar parte de esta trayectoria liderada por mujeres con mucha fuerza, arriesgadas, emprendedoras e inconformistas, soy el tercer relevo de la empresa familiar. Nací en una familia de artesanos, especialistas en bordados, entregados en cuerpo y alma a su trabajo. Me han crecido los dientes entre puntadas, tules y bordados, siempre en el taller junto a mis padres y mis abuelos.
Mi labor es seguir creando artesanía para mujeres exigentes, inconformistas, con mucha personalidad, que no se conforman con cualquier cosa y quieren marcar la diferencia. LLevar la tradición del bordado a otro nivel, mezclando la creación de diseños vanguardistas adaptados a la personalidad de cada clienta con ese saber hacer heredado desde 1952 para crear piezas totalmente únicas. Reflejando así una evolución de la tradición, manteniendo el mismo mimo y cuidado por cada prenda y en cada detalle. Son valores con los que he crecido y llevo grabados en mí, los cuales voy mantener mejorando día tras día, en cada puntada, en cada corte, en cada colección plasmando la calidad de mi trabajo y el gran amor que siento por él.
